Cuando el parto se extiende demasiado, lo ideal es realizar la técnica de provocar el parto (El Parto inducido) en un ambiente apropiado, siendo lo más recomendado cuando surgen otros inconvenientes que pueden llegar a afectar la vida del bebé y la madre.

Lo que se debe considerar es que, si pasadas doce horas de inducir el parto y dicha dinámica fracasa al no alcanzar los dos o tres centímetros de dilatación del cuello uterino, debe realizarse una cesárea.

En la vida actual existen varios procedimientos seguros y efectivos para inducir el parto; es importante considerar los riesgos en la aplicación de esta técnica, cuidando de aplicarse sólo en casos en que sea más beneficioso para la madre y el gestante llegar a término el embarazo. Para el total éxito de ello es necesario:

  • Escoger el momento adecuado.
  • Establecer una relación entre los beneficios y lo riesgos.
  • Constituir correctamente la alarma.

La inducción del parto, consiste en desencadenar contracciones uterinas a través de los médicos o medios mecánicos, para tratar de que el proceso de alumbramiento sea por la vagina.

Lo ideal sería que se produzcan las contracciones normales en el parto, pero cuando esto no sucede por generarse complicaciones es recomendable inducir el alumbramiento.

¿En qué situación está indicada una inducción del parto?

Cuando los beneficios para la madre y el feto son mayores al finalizar el proceso de gestación que esperar a que culmine naturalmente y se genere otro tipo de complicaciones de riesgo. A continuación detallamos algunas razones importantes para  estimular el alumbramiento:

  1. Cuando se produce un rompimiento precoz de membranas sin iniciar el parto durante un día.
  2. Si el líquido amniótico se ha infectado con defecaciones del feto dentro del útero, generándose el peligro de que el feto aspire el meconio.
  3. Cuando existe muerte del feto o infecciones dentro de la matriz.
  4. Dificultades durante el embarazo y médicas.
  5. El embarazo se encuentra luego de la semana 42 de gestación.
  6. Por ciertos factores personales o de logística, este tipo de inducción electiva se hace en poco menos del 10% de parturientas en las cuales se recomienda escoger el momento personal para finalizar el embarazo.
  7. El feto no está recibiendo el oxígeno suficiente o los nutrientes requeridos, poniendo en riesgo su vida.

Casos en los que está contraindicado inducir el parto

  1. Este tipo de técnica está excluida en los mismos casos de un alumbramiento por la vagina.
  2. Cuando exista sufrimiento del feto.
  3. Anomalía en la placenta.
  4. Divergencia entre la pelvis de la parturienta y la cabeza del feto.
  5. Posición del feto dentro del útero.
  6. No está recomendado en aquellas situaciones en las que sea más recomendable practicar una cesárea.
  7. Cuando la embarazada haya presentado con anterioridad ruptura uterina.
  8. Cuando existe una distención uterina extrema o por cirugías complicadas en la matriz.

Riesgos a los que se expone la gestante

Aunque la técnica de inducción del parto es segura al realizarse en condiciones apropiadas; de igual forma este tipo de parto conlleva algunos riesgos tanto para el feto como para la madre:

  • Este tipo de parto tiene mayor duración, estando latente el peligro de sobre estimular el útero.
  • Existe la mayor posibilidad de practicarse una cesárea.
  • Incremento de las posibilidades de partos por medio de ventosas o fórceps.
  • La gestante requiera de aumento de anestesia epidural.
  • Las hospitalizaciones sean por más tiempo.
  • Estas inducciones aumentan la posibilidad de que los recién nacidos requieran de cuidados intensos neonatales.

Por estas razones se requiere que antes de tomar la decisión de inducir el parto, la valoración correcta y adecuada de todos los factores que puedan afectar a la madre y al feto, buscando siempre el mejor beneficio para ambos.